Para compensar, y poniendo muy altas las expectativas, lo que ha estado la mar de bien en esta sesión del "Pasoliniana" ha sido la presentación de Esteve Riambau, que ha valido por toda la sesión. Gran conocedor de Guédiguian, ha explicado que todo el mundo lo define por lo que se ve repetidamente en sus películas: Marsella, y más concretamente L'Estaque, el proletariado, el acento francés/italiano de la zona de películas como el "Toni" de Renoir,... Pero que lo que realmente marca de arriba a abajo a Guédiguian, su guía, son Pasolini y Brecht.
Y ha repasado luego, después de leer una antigua entrevista en la que sacaba detalles de su forma de trabajar, las cosas evidentemente pasolinianas de su película, como la mención a la muerte de una cultura de un mundo antiguo por el presente, la sacralización de sus personajes (hay una "piedad" evidente), la utilización de música clásica,...
(Juan Manuel García Ferrer)
De Roma a Marsella en un intervalo de 20 años exactos. Guédiguian homenajeó y emuló (1980) al Accatone pasoliniano con Dernier Été y los dos films fueron première de ambos directores. La juventud lumpen de los cincuenta vivida por Pasolini, en Guédiguian es otra juventud, pero no nos engañemos, es la misma juventud que profetizó el propio Pier Paolo que llegaría. Homologada, homogeneizada, inmersa en el consumismo capitalista, el desarrollismo falso de esta última mitad del pasado siglo; el infierno que él nos advirtió que se acercaba, se muestra perfectamente en este film francés. Los personajes son tan poco empáticos, neutros, como los de Pasolini. Eso sí con las melenas, la ropa unisex que tanto abominaba el poeta de Bolonia. Hay la permuta de Vivaldi por Bach para sacralizar a los personajes, individuos bíblicos y distantes; tan inocentes, ruinmente míseros, perdidos y desamparados como en Accatone. Es un film violento también. Sin embargo la violencia está en los personajes de los barrios del norte de Marsella, no en las propias imágenes, encuadres, situaciones y gestos. Y es que Pasolini sólo hay uno.
(Hilari M. Pellicé)
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