Estamos de suerte los miembros del grupo PPB, con los presentadores que
en su momento elegimos para el ciclo Pasoliniana. Saló ó los 120 días de
Sodoma, no era tierra quemada en la filmografía de Pasolini. Porque en
ese año de 1975, él preparaba un film con Eduardo de Filippo y seguía
con sus Appunti fílmicos. No se había desalentado en llevar a buen fin
los Muros de Sana’a, ni mucho menos su Orestiada Africana que el suceso
de su asesinato nos privó para siempre. Suceso que
barajando dispares hipótesis, conjeturas y sospechas nos dejan después
de 40 años con el mismo oscurantismo de aquella madrugada del 2 de
Noviembre. Todo esto, y por supuesto muchos conceptos más, nos ha
contado Jordi Balló de un modo grato y claro a la setentena larga de
espectadores, esta tarde en la Sala Laya, después del preámbulo del
cineasta Pere Alberó. Profezia. El África de Pasolini de Borgna es un
collage de escenas significativas que va desde la primera Trilogía
(Accatone, Mamma Roma, La Ricotta) hasta las tentativas
cinematográficas de África en 1974, pasando por Il Vangelo, Cosa sono
le nuvole o Edipo Re entre otras y salpicado por escenas documentales
del archivo Luce. Es en realidad, un compuesto comprimido de los 15 años
de Pasolini cineasta y ensayista. El final es brutal. Y digo brutal,
por escuchar los textos de la oda "Ali dagli occhi azzurri"de hace medio
siglo dedicada a Sartre y que son tan rabiosamente válidos en 2015. Nos
levantamos y nos acostamos heridos hoy, por la multitud de refugiados e
inmigrantes del Tercer Mundo que invaden Europa. La profecía de
Pasolini puede verse en cualquier titular actual de los medios de
comunicación. Lo único que veo discordante, es que el grito augur y
esperanzado de PPP, es la salvación del Occidente, porque nos ha de
devolver al mundo antiguo y a su humilde felicidad. No estoy nada seguro
que esto suceda.
Como comisario de la exposición itinerante
PASOLINI ROMA, Balló fue estrecho colaborador de Gianni Borgna y por
tanto, del recién entorno de Pasolini.
En el vestíbulo de la
Filmo, a Jordi Balló le he declarado “culpable” de la génesis de mi
documental. Tras sonreír, ha expresado un par de veces, su deseo de ver
mi film.
(Hilari M. Pellicé)
"África empieza en la periferia de Roma". Esta frase e idea, que
aparece un par de veces, justificaría muchas escenas de "Profezia.
L'Africa di Pasolini" (Gianni Borgna, 2013), la película de hoy en el
ciclo "Pasoliniana" del Projecte Pasolini Barcelona en la Filmoteca. Aún
así, Jordi Balló, que ha efectuado una brillante presentación y
conducción de coloquio, aportando mucho de su experiencia adquirida en
los cuatro años de preparación de la exposición "Pasolini Roma", ha advertido
del carácter expansivo de Borgna, y es verdad que el film se convierte
en un contenedor que va sumando materiales de todo tipo hasta rebosar.
Arranca la película con unas escenas de "Accattone", mostrando cómo se
ven sus escenarios del Pigneto hoy en día, y acaba de la misma forma,
pero mostrando que el barrio, que parece el mismo, ya no lo es: todos
sus habitantes han cambiado radicalmente. Son ahora, quizás, los del
poema "Ali dagli occhi azzurri".
Por el medio, Borgna coloca
muchos trozos de documentales de y sobre Pasolini, muy interesantes, que
desbordan de esa idea madre de la búsqueda por el tercer mundo de un
mundo antiguo que ya no encontraba en los alrededores de Roma. Le vence
la idea de recoger todo lo interesante, y no se olvida ni de un trozo
del famoso discurso de Alberto Moravia en el funeral de Pasolini, en el
que decía aquello de que Pasolini sería uno de los tres grandes poetas
del siglo XX y que habría que preservar a los poetas.
Entre las
cosas interesantes que ha explicado Balló, he anotado esa de que Borgna
fue uno de los jóvenes comunistas que el PCI designó para controlar a
Pasolini, y que éste no se alejase de la línea del partido. Está claro
que quien acabó alejándose de la línea del partido para acercarse y ser
amigo del poeta toda su vida fue él. Un gran especialista en música
popular, un intelectual especial que -ha señalado para remarcarlo-, está
enterrado en el precioso Cementerio Acatólico de Roma, justo el de la
famosa foto de Pasolini delante de las "Cenizas de Gramsci".
Se
oye la voz de Pasolini en esos documentales, narra un poco el film Dacia
Maraini, y se leen textos escritos por Pasolini en la voz de Roberto
Herlitzka, el gran actor de Bellocchio, que precisamente interpreta al
protagonista de "Sette opere di misericordia", la película de los
hermanos De Serio que se pasará el sábado en el ciclo "Pasoliniana".
(Juan Manuel García Ferrer)
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